domingo, septiembre 20, 2009

OPINIÓN. El Poder de Marcelo Ebrard


En la política, la circunstancia pesa más que la conciencia; el momento actual, no permite evadir ningún escenario, por muy alentador o catastrófico que sea. En este tenor, se ha conducido el Jeje de Fobierno del DF. Esta ha sido la visión de Marcelo Ebrard. Él entiende que estar alejado de López Obrador en los medios de comunicación, es un plus hasta el momento; pero a la vez necesita acercarse a la nota. Qué mejor mercadotecnia que aparecer donde necesitan al Jefe de Gobierno, ya sea en lo social o en lo político.

Marcelo Ebrard es una de las pocas figuras de izquierda que genera reconocimiento. Tal vez no tenga un estilo socialista como el que mantuvo hasta su muerte, Heberto Castillo -el mejor ejemplo de lo que debe ser la congruencia política-, pero tampoco pasa desapercibido como el mismo Jesús Ortega, como Amalia García, incluso como Zeferino Torreblanca. Si pudiéramos tener un termómetro electoral, hoy por hoy, no hay quién le haga sombra en el PRD a Marcelo Ebrard.

Tan es acertado en sus acciones, que decide ir a Palacio Nacional al 3er Informe de Gobierno del Presidente, Felipe Calderón, incluso se aprecia aplaudiendo. La respuesta es inmediata, Calderón Hinojosa, le reconoce ese gesto en entrevistas posteriores. Luego viene la tragedia en el Metro Balderas, y lo mismo: aparece Marcelo Ebrard rindiéndole un homenaje al policía fallecido, consolando a la viuda y a su pequeño hijo. Para el civil, que con toda valentía enfrentó al agresor, también hay muestras de gratitud: recibirá el mismo seguro de vida que el policía, además de otros beneficios.

En su Informe de Gobierno, Ebrard logra juntar a Miguel Ángel Osorio Chong, gobernador de Hidalgo, y a su compañera de partido y gobernadora de Zacatecas, Amalia García. Pero el que más se distingue, el que roba cámara, el que alaba el trabajo del Jefe de Gobierno, es nada más ni nada menos que Enrique Peña Nieto, el starman de la política actual, el gobernante más popular del país, pero ante todo, el principal adversario en la carrera para el 2012.

Marcelo Ebrard y Enrique Peña Nieto, se necesitan, tanto para ir midiendo el camino a la Presidencia de la República, como para enlazar trabajos que los lleven a encontrar soluciones para los problemas de escasez de agua en el Valle de México, así como evitar que una gran inundación se genere en la zona conurbada y termine ahogando a los dos en sus próximas aspiraciones.

Ese es el poder de Marcelo Ebrard: la apertura a todos y la cerrazón a algunos. La sonrisa para sus enemigos, y el gesto duro a quienes traten de estropear su carrera ascendente (llámense tribus del prd, lopezobradorcistas o bejaranistas). Tal vez, lo único que le haga falta a Marcelo Ebrard, es que se abra por completo al debate de propuestas; que hable de una economía que no afecte las causas que él defiende; que se meta de lleno al análisis del calentamiento global y sus riesgos; que encause verdaderas políticas de salud, donde pueda evitar la propagación de cualquier tipo de virus.

La ciudadanía, necesita a un estadista que no se cierre a la privatización del petróleo; que vea todas las opciones de riqueza que puede generar el tema de la ciencia; Marcelo Ebrard, requiere un asesor que lo instruya a hacer declaraciones de nivel mundial. ¿Qué piensa Ebrard de Hugo Chávez, de Fidel, de Evo Morales? ¿Qué opinión le merece las políticas implementadas por Barack Obama? ¿Qué relación guarda con la comunidad israelita, asentada en la Ciudad de México?

En fin, falta mucho por hacer, por pensar, por debatir. Pero, insistimos, nuestra sociedad requiere a políticos con una gran visión de mercadotecnia, pero también requerimos a gobernantes que den de qué hablar para bien, no para mal.
Esperemos que Marcelo Ebrard siga creciendo, porque seguros estamos de que desde la izquierda, pueden venir cosas muy buenas para el país. Al fin y al cabo, no todo es el Peje, Bejarano, Fernández Noroña o Clara Brugada.

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