En vez de hacer un pacto de unidad, siguen las descalificaciones; en lugar de dar el ejemplo de trabajo tenaz, pareciera ser que la política mexicana es un chisme de lavaderos. De nada sirven las acusaciones hechas por el Gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, culpando al Gobierno Federal de la creciente violencia en su estado. Pero si esto no es poco, la Secretaría de Gobernación también descalifica lo dicho por el ejecutivo estatal. Mientras tanto la SIEDO, investiga a los escoltas del Gobernador de Morelos, Marco Antonio Adame, quienes pueden estar ligados con los cárteles del narcotráfico. En fin, la novela negra de nuestro país sigue sin tener ya no un final feliz, sino al menos digno. Pero ¿algún político serio se ha pronunciado por las alzas en casi todos los consumibles? En este apartado, Manlio Fabio Beltrones, es el que gana la batalla.
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