Lo que vemos en el Valle de México a principios de año es como una cubetada de agua fría, sobre todo, para aquellos que vislumbran una mejora en su calidad de vida. Echemos un vistazo a lo que pasa en el municipio de Tepotzotlán, en donde hace unos días, Pedro Román Prieto, ex candidato a la defensoría de los derechos humanos en esta demarcación, denunció el tráfico de influencias que se dio en este proceso.
La historia es similar a las viejas prácticas de algunos priistas: el mandatario local en conjunto con los regidores de su partido impusieron a Claudia Marlen Ballesteros Gómez como ombudsman municipal, a pesar de que la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, la descalifico por su falta de conocimiento en la materia, luego de quedar asentado en el resolutivo de la Comisión del pasado 19 de octubre del año pasado, firmada por el entonces comisionado Jaime Almazán Delgado.
Además de esto, no son pocos los que se quejan del nepotismo que se da en el ayuntamiento, y es que la familia política del edil ha formado un circo y un negocio redondo, según declaran algunos entrevistados que por razones de seguridad no quisieron dar sus nombres. De entrada, el Contralor Municipal es hermano de la Presidenta del DIF local, quien a su vez es esposa del alcalde, percibiendo un salario de 33 mil 109 pesos. Un familiar más es el Director de Desarrollo Urbano y Obras Públicas, quien es sobrino político del edil, el cual recibe la nada despreciable cantidad de 27 mil 152 pesos.
Si, en todos lados se cuecen habas, lo malo es que es tiempo de ver un cambio significativo en el cual las sucias prácticas de los gobernantes queden atrás, o es que acaso ¿esto va a seguir igual? Solo el tiempo nos dará la razón.
Nueva dirección
Hace 14 años
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