Después de que medios policiacos, afirmaran que los delincuentes habían entrado a un centro comercial ubicado sobre la Vía López Portillo, a tomar rehenes durante la balacera ocurrida el día de ayer en el municipio de Tultitlán, el Subprocurador de Justicia, Alfredo Castillo, salió al paso para aclarar los hechos.
Así, se informó, que un comando de sicarios interceptó a una patrulla municipal disparando con rifles de alto poder en contra del oficial Miguel Ángel Mayen Hernández, quien horas después falleció en una clínica del IMSS. Según el testimonio de un detenido, el objetivo era ejecutar a dicho uniformado, sin especificar las causas.
Al consumarse el ataque, los delincuentes escaparon por la vía José López Portillo en dirección al municipio de Tultitlán donde policías municipales intentaron detenerlos iniciando una persecución. Ante esta acción, los malhechores se refugiaron en un restaurante, por lo cual el policía Raúl Hernández les hizo frente, recibiendo varios impactos, provocándole la muerte en el lugar.
La policía municipal de Tultitlán, pidió refuerzos, arribando al lugar el Ejército y la Policía Federal; la balacera duró más de dos horas. Al final, se logró la captura de Francisco Javier Carmona Sánchez de 50 años de edad, Ricardo Solórzano y Arturo Susastegui. Estas personas, admitieron la existencia de una casa de seguridad utilizada por el crimen organizado; al presentarse en el sitio, policías detuvieron a Gabriel Julio Rangel de 23 años de edad.
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