TLALNEPANTLA. Arturo Ugalde Meneses, Recupera el Concepto Histórico del Municipio; Vuelven los "Indios Tenayucas y Otomíes", a la Explanada Municipal.

En el municipio de Tlalnepantla, las anteriores administraciones panistas, se caracterizaron por hacer un lado el concepto histórico del municipio, violentando de esta manera monumentos y obras de primer orden, que enaltecían el desarrollo de la comunidad. En un afán por hacer de este municipio, una entidad que enlace tradición con desarrollo, el Presidente Municipal, Arturo Ugalde Meneses, ha comenzado por devolver la mística que tuvo durante muchos años la explanada municipal.

Las esculturas de los Indios Tenayucas y Otomíes que simbolizan la “Fundación de Tlalnepantla”, volverán a ser reubicadas a un costado de Catedral, en el centro del municipio. Dichas esculturas permanecieron en resguardo en el poblado de San Andrés. Cabe destacar que este significativo acontecimiento concuerda con la conmemoración del Encuentro de Dos Mundos.

Ante este evento, el Presidente Municipal de Tlalnepantla, Arturo Ugalde Meneses manifestó que es una obligación como funcionarios recuperar nuestra identidad, como mexicanos y tlalnepantlenses; así como velar por las causas sociales, indicó.

Dichas esculturas, fueron esculpidas por el maestro Antonio Castellanos, la idea y los bocetos corrieron a cargo del cronista de Tlalnepantla, Guillermo Padilla Díaz de León, y en el año de 1984 fueron hechas por encargo del presidente municipal Alfonso Olvera Reyes e inauguradas por el gobernador Alfredo del Mazo González.

A su vez, el alcalde Ugalde Meneses, instruyó para que la estatua del doctor Gustavo Baz Prada sea reinstalada en su lugar de honor en la explanada del Palacio Municipal, ya que actualmente se encuentra en el entronque vial hacia Periférico Norte. Ese monumento en honor al mexiquense, fue develado el 23 de diciembre de 1978 por el gobernador Jorge Jiménez Cantú, quien en esa forma enalteció la figura del Doctor Gustavo Baz Prada, como hijo preclaro del pueblo de Tlalnepantla. La obra fue esculpida por Ernesto E. Tamariz.