Lejos de que nuestro país tome el rumbo adecuado, acorde a la potencia económica y social que es, cada vez el horizonte del progreso se ve más lejano, como si fuera algo inalcanzable. El camino que nos debería de llevar a la prosperidad luce muy estropeado, con muchos baches, con hoyos. Lo peor de todo, es que no hay capitán que nos guie, alguna cabeza que nos muestre el sendero de luz y concordia, no existe un cerebro inteligente en el gobierno federal que defina la estrategia a seguir. ¿Dónde quedó Felipe Calderón? ¿Dónde está el Presidente de la República?
No es de hoy, el titular del Poder Ejecutivo ha caído en error tras error, pareciera que no aprende las lecciones políticas, sociales y económicas que han devastado a una gran parte de la población nacional. En vez de que haya un Presidente que se la rife en voz y carácter para poner un hasta aquí a todo ese mundo de corrupción que es el principal sinónimo de nuestra policía, prefiere sacar al ejército a las calles y que caiga quien caiga. El horror que vivieron los padres de familia con el incendio de la guardería en Sonora sigue sin esclarecerse, pero eso sí cuando se trata de hacer negocios hasta los familiares de la esposa del presidente alzan la mano.
¿Saben por qué se han estancado las investigaciones para dar con los culpables directos del infierno de Sonora? Porque el Ministro Sergio Aguirre Anguiano, seguramente con intereses de por medio, dijo que no era necesario que la Suprema Corte de Justicia de la Nación tomara el caso, como si los bebés de la guardería ABC, en Hermosillo Sonora, hubieran provocado tal catástrofe. ¡Se perdieron vidas, los niños se quemaron y los papás de los pequeños están ya locos por el dolor o ya están muertos en vida por la tristeza! Sí que se tiene buena paga en la Suprema Corte como para ser un infeliz.
¿Alguien sabe en que quedó lo de Juan Camilo Mouriño? ¿Ya vieron la porquería que cocinaron tanto la Secretaría de Seguridad Pública Federa como la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal para ver quién se gana la exclusiva en Televisa sobre el caso Martí? ¿Han visto en algún país civilizado una transa política como la que hizo López Obrador con el tal “Juanito”? ¿Por qué los “santos” de la Iglesia Católica reclaman que se hayan metido a una de las iglesias a atrapar a los delincuentes?
Aparte de todo, Dios se olvidó de México. Hay mucha rabia, preocupación, consternación sobre la situación actual del país. Ojalá, y en este deseo enarbolo la voz de millones de mexicanos, esta crisis pase pronto. No es una crisis económica solamente, es un problema de credibilidad en nuestras autoridades, en nuestro Presidente, en nuestros ministros, en los sacerdotes, en todo.
Seguramente tarde o temprano esto se compondrá, esperemos que esto sea una pesadilla dentro de nuestros sueños. Sabemos que al final de cuentas, sólo la sociedad y nadie más podrá reconstruir este país que a pesar de los pesares, sigue siendo un paraíso.
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