La cara de José Luis Durán Reveles se descompuso casi al medio día del 5 de Julio. El municipio que transformó como un pequeño imperio, la alcaldía que lo vio pasar 6 años en dos periodos distintos, se estaba cayendo a pedazos. El PAN ya no existía más en territorio naucalpense a eso de la media noche de esa fatídica jornada. En la casa de campaña de Edgar Olvera no daban crédito a lo que había pasado. Un terremoto electoral de dimensiones catastróficas vino a cimbrar el municipio que le dio a los panistas un gran porcentaje de sufragios, que incluso, favorecieron tanto a Vicente Fox como a Felipe Calderón.
Tal como lo había sugerido una encuesta de Reforma, semanas antes del día de la votación, el PRI ganaba Naucalpan por más de 10 puntos, generando reclamos y gritando a los cuatro vientos que el Reforma se había vendido. Ojalá hubieran hecho caso de esa encuesta para que el resultado hubiera sido menos escandaloso. Días después salió la familia Durán Reveles a lavarse las manos, a decir que ellos no querían como candidato a Edgar Olvera, que por ellos no quedó, en fin. Hay que hacer leña del árbol caído.
Hasta aquí llegaron las líneas dedicadas al neo emperador José Luis Durán Reveles y al panismo naucalpense. Es hora de ocuparse de una mujer que vio siempre la posibilidad de enlazar un sueño con una realidad. Cuando Azucena Olivares quería ser diputada, todos decían que porqué jugaba a eso, que iba a perder, que la iban a aplastar políticamente, etc. Entonces Azucena Olivares fue Diputada, aún ganando el PAN la alcaldía.
Cuando Azucena Olivares se atrevió a alzar la mano para ser candidata del PRI a la presidencia municipal, oyó la misma cantaleta que le restregaron años atrás en su paso para ser diputada local. Hoy, Azucena Olivares es Presidenta Municipal electa del municipio de Naucalpan. Fueron nueve largos años los que esperaron los priistas para festejar un triunfo como el del 5 de Julio. Días antes, el periférico se saturó al cerrar su campaña electoral en las simbólicas Torres de Satélite. Era el presagio de que algo muy grande para el PRI, y muy devastador para el PAN, iba a ocurrir.
El compromiso que adquirió Azucena Olivares no es cualquier cosa: dirigirá al municipio más importante del país. Los que la conocen dicen que ella rebasará cualquier expectativa, lo cual no se duda, teniendo a su lado a Guillermo González y a toda una planilla muy poderosa, contando con líderes sociales tan bien posicionados en honestidad y servicio a las causas populares como lo es el regidor Carlos García Mendoza.
¿Alguien recuerda que alguna vez el PRI haya ganado las zonas de Satélite, Echegaray, Lomas Verdes? Pues Azucena lo logró. Por respaldo social no parará la nueva alcaldesa de Naucalpan. Ella sabe que si Naucalpan avanza, el Estado de México crece. Todo es cuestión política.
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